Reemplazando el Aceite
La solución es utilizar el mismo refrigerante para reemplazar todo el aceite que se haya removido de un sistema. Recargando totalmente con líquido, se puede evitar este problema del tanque contaminado, usando el mismo refrigerante como un solvente para limpiar el tanque.
Sin embargo, antes de hacerlo, veamos las mejores opciones para hacer esto.
La manera más segura para cargar con líquido es con el compresor apagado. Se vuelve entonces importante aprender cómo sacar el mayor provecho del vacío hacia donde se está cargando.
Primero, verifique que el ventilador del evaporador esté apagado, especialmente en una unidad separada (Split). Si se recarga con el ventilador encendido, todo lo que se hace es forzar calor adicional hacia el sistema, provocando que se evapore más líquido y se llene el sistema con gas, antes de que pueda entrar todo el líquido.
Hay que recordar que si está cargando líquido de su tanque con una manguera solamente, no es bueno dividir en dos mangueras su manifold. En realidad, se pierde algo de habilidad para cargar líquido, puesto que el cambio en volumen de una a dos mangueras causa que cierta cantidad se evapore, desplazando el volumen del líquido que pudo haber tomado el sistema.
Para mejores resultados, siempre cargue líquido con una sola manguera hacia el condensador.
Ahora viene la parte difícil, cómo cargar líquido hacia un sistema en operación.
La mejor manera es a través del evaporador. Si se toma el tiempo para instalar una válvula de acceso adelante de la válvula del condensador o recibidor, mientras el sistema está abierto y se está reparando, el cargar líquido se vuelve extremadamente rápido y fácil.
Para cargar el líquido restante del tanque, empiece simplemente por cerrar la válvula, y deje que el diferencial de presión succione el líquido y aceite restantes del tanque. El líquido se evaporará completamente al pasar a través del evaporador.
La siguiente opción para cargar líquido a un sistema en operación, es midiéndolo. La manera más segura es comprar un dispositivo de carga de líquido a vapor.
Si cree que puede medirlo usted mismo cerrando ligeramente la válvula, se recomienda que por lo menos se ponga una mirilla en la línea, para verificar que no se está introduciendo líquido hacia el compresor.
Un beneficio adicional al cargar en forma líquida es que permite purgar completamente los gases no condensables del tanque de recuperación, con menos de un 1% de pérdida.
Para hacer esto, simplemente se instala una mirilla en la línea del tanque, y se purga solamente después de que se ha ido el líquido. Realmente, la mejor manera de purgar los no condensables, es cuando no hay líquido presente.
Purgar el aire que pudiera haber pasado hacia el tanque de recuperación mientras hay líquido presente, es un esfuerzo en vano. La idea de que todo el aire está en la parte superior es verdad solamente mientras el gas dentro del tanque está estancado. En el momento que se libera la presión al empezar a purgar el tanque, se crea una turbulencia que mezcla el vapor del refrigerante con el aire.
Adicional a este efecto, es el hecho de que la superficie del refrigerante comienza a vaporizar, debido a la baja de presión. El mito común de que solamente se necesita purgar la parte superior del tanque, mientras se sostiene un detector de fugas frente a él, es ridículo.
Aún la costumbre de comparar temperatura contra presión es riesgosa, puesto que está basado en la suposición de que el tanque del refrigerante puede tomar calor adecuadamente, en una proporción lo suficientemente rápida para mantener las lecturas exactas.
Con el nivel de vacíos propuesto por la EPA, la manera más segura para evitar que los no condensables se vuelvan a recargar, es manteniéndolos en el cilindro de recuperación, donde pueden ser tratados después que el líquido se haya ido.
Esto reduce grandemente la pérdida de refrigerante al purgar, puesto que no hay líquido que hierva que cause que se mezcle refrigerante extra con los no condensables al ser purgados.
La manera final de evitar la contaminación cruzada a través de los tanques es tener un buen método de mantener los tanques organizados y limpios.
Cada vez que se remueva refrigerante de un sitio de trabajo, los refrigerantes deben ser consolidados en cilindros retornables con doble válvula, Esto permite recuperar y recargar, puesto que siempre se tiene la seguridad que el tanque en su camioneta está vacío.
La mejor manera para consolidar o vaciar un tanque de recuperación, es por gravedad. Esto permite vaciar el líquido del tanque, y al mismo tiempo, retener una carga de vapor dentro del mismo tanque. Para hacer esto, se debe construir un colgador que permita suspender el tanque de recuperación en forma invertida, por arriba del nivel del cilindro de reproceso.
Enseguida, conecte una manguera sin restricciones en el acceso del tanque de reproceso, marcado "líquido", y el otro extremo de la manguera al acceso del tanque de recuperación invertido, marcado "vapor".
Entonces se conecta una segunda manguera sin restricciones, entre el acceso del tanque de reproceso marcado "vapor", y el acceso del tanque de recuperación invertido, marcado "líquido". Se purgan las mangueras y se abren todas las válvulas. El líquido drenará hacia el cilindro de reproceso en una proporción de aproximadamente medio kilo por minuto, sacando todo el aceite y contaminantes del cilindro de recuperación. El líquido que sale del cilindro de recuperación invertido es reemplazado por el vapor que viene de la parte superior del cilindro de reproceso.
La habilidad al recuperar refrigerante y luego recargarlo en la misma unidad, es una pieza importante en el problema de los CFC's.
Sin embargo, reconocer el potencial de los problemas, y establecer luego los procedimientos adecuados para evitarlos, es un buen primer paso en el tratamiento de estos.